Comentario
En el siglo XIX se amplió la distancia entre el conjunto de los países occidentales, base del desarrollo económico, y el resto. En 1880 la renta per cápita era más del doble que en el tercer mundo. En 1913 la diferencia era de tres a uno, o de siete a uno si tenemos en cuenta solamente los países industrializados (Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Suiza, Suecia, Estados Unidos y Japón).
La revolución industrial hizo que determinadas economías nacionales tuvieran estructuras capaces de contribuir al crecimiento de la actividad económica. El economista norteamericano Walt Rostow introdujo la noción de "take off" o despegue. Según este autor, en un período variable, de veinte a cuarenta años, una economía tradicional casi sin crecimiento daría lugar a una nueva economía que se desarrollaría, a partir de entonces, de manera casi automática. Con ciertos declives o ajustes por crisis, el sistema se afianzaría. La tendencia, en todo caso, sería de creación de mayor riqueza y de expansión de ésta a capas sociales cada vez más amplias. Una de las diferencias entre las teorías de Rostow y las de Karl Marx, con las que se contrapone, es que este último hizo una predicción de futuro y, al menos a un siglo vistas, parecen equivocadas en este aspecto. Rostow escribió su principal libro con el proceso muy avanzado en muchos países y su proyección sería válida para aquellos países que en el futuro podrían desarrollarse. Ahora nos interesa aplicar esta hipótesis al período que abarca desde 1870 a finales del siglo XIX. Hay, por tanto, que precisar qué países habrían tenido ya el despegue y cuáles otros estaban en él o aún no lo habrían iniciado.
En Gran Bretaña, la cronología es bastante temprana, entre 1770 y 1815. Para Francia, Rostow propone los años 1830-1860, lo cual fue muy discutido por autores como Marcel Gillet, J. A. Lesourd y C. L. Gerard. Los demás países industrializados habrían tenido un despegue más tardío. Alemania, aun con las dificultades de estadística retrospectiva antes de la unidad en 1870, comenzaría entre 1860 y 1880. Estados Unidos tuvo su período continuado de despegue entre 1870 y 1890, si bien se había iniciado en torno a los años cuarenta y fue interrumpido por la Guerra Civil, como ha estudiado Douglas North. Por la misma época hay que situar el "take off" de otros países menores como Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Suecia y Suiza. Japón, según Rostow, despegaría entre 1880 y 1900. Otros autores, como Mutel, lo llevan hasta 1905. Sin embargo, algunos, entre los que se encuentra Pham-van-Thuan, piensan que se inicia en torno a 1850.
Cuando termina el siglo XIX, algunos países más, o zonas de estos países, estaban en los inicios del "take off". El resto de Escandinavia, el Norte de Italia y España, determinadas áreas de los Imperios ruso y austro-húngaro y Argentina.
Entre 1870 y 1900 sólo un pequeño grupo de países estarían, pues, en pleno despegue económico o lo habrían pasado ya. Son los países que venimos denominando industrializados que, junto a los que estaban en proceso de desarrollo, hacen de motor del resto de la economía mundial aunque, como hemos visto, su crecimiento les distancia aún más del resto.
Este conjunto económico, por primera vez en la historia, se constituía como una enorme masa productiva. Pero, lo que es más importante, se trataba de una masa de consumidores inimaginable sólo hace cincuenta años. Eran los habitantes de las ciudades, que se habían duplicado en pocas décadas. Además, como enseguida explicaremos, gracias al descenso de precios, especialmente agrarios, que se había producido en el período de la depresión, disponían de mucho más dinero para gastar.